DESPEDIDA AL HADA AINHOA

Hoy el país de los cuentos de verdad está sumido en una gran tristeza y pesar. Y es que ayer, una hermosa hada llamada Ainhoa nos dejó para irse al país a donde van las hadas cuando dejan el mundo de los humanos.


Yo no la conocía mucho, en realidad sólo estuve con ella un día. Pero aún así, voy a intentar expresaros lo que ese día me transmitió nuestra querida hada Ainhoa.

Hace unos meses, Ainhoa vino al país de los cuentos. En cuanto la vi, supe lo especial que era aquella joven. Su aura iluminaba todo su ser, y en cuanto traspasó el umbral del país de los cuentos, nos iluminó con él a todos cuantos allí estábamos. Y así comprendí, que Ainhoa era un hada porque sólo ellas tienen el don de tener los corazones más puros y nobles.

Ainhoa te hacía sentir en paz contigo misma, te transportaba al infinito. Y aunque como ya os digo, yo la conocía sólo de ese día, sentí como si la conociese de toda la vida.

Recuerdo que cuando hablaba con aquella voz cálida, suave y melodiosa hacía que todos los allí presentes nos sintiéramos sumidos por la armonía y una gran paz interior. Aquella joven nos transportó al país de la esperanza, a un hermoso lugar en donde la brisa del verano soplaba entre las flores en las que nos habíamos transformados y cuyo aroma envolvía nuestras almas. Nos hacía sumergirnos en las aguas profundas de nuestros sentimientos, y nuestras emociones salían a flote como lo hacen las olas cuando quieren despegarse del mar.



Aquel día fue un gran día, porque en el país de los cuentos de verdad, se creó magia y parte de aquella magia la creó ella, con su hermoso corazón, hermoso como era ella.

Pero lo que siempre recordaré hasta el fin de mis días, fue cuando nos despedimos y nos dimos un abrazo. Aquel abrazo, que el hada Ainhoa me dio, me hizo sentirme reconfortada, me transmitió su energía y su calor, y algo que hoy en día nos hace tanta falta; me transmitió AMOR.

Y por eso, quiero dedicarte estas palabras porque estés donde estés, siempre te recordaré como el hada Ainhoa, quien un día vino a visitar el país de los cuentos de verdad y creo esa magia que sólo las hadas saben crear.

Ahora me da por pensar que quizá Ainhoa era más un hada que una humana. Y ha sido por eso, que las hadas se la han llevado ayer al país de las hadas, porque era allí donde estaba su lugar para ayudar desde allí a la humanidad y a sus seres queridos quienes siempre la recordarán.

Estés donde estés, quiero darte las gracias por ese día, y por hacernos sentir la magia de tu corazón.

Te mando un besito desde el país de los cuentos y espero que te haya gustado tu cuento que aunque breve está lleno de ti y de todos y cada uno de los sentimientos que tú ese día nos hiciste sentir.