Cuentaconmigo: Cuentos Personalizados

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jueves, 25 de noviembre de 2010

DIA INTERNACIONAL CONTRA LA VIOLENCIA DE GENERO- EL HADA Y LA MUÑECA DE TRAPO


Erase que se era un hada que voló hasta el país de los humanos. Llegó a un pueblecito muy hermoso en donde la gente parecía muy feliz. El hada se sintió muy dichosa pensando:


- El mundo parece que está cambiando, y la gente parece ser por fin feliz.

Todo el mundo en aquel lugar sonreía, se saludaba cordialmente y hasta eran solidarios con las causas.

Todo parecía perfecto en aquel lugar, pero mientras iba volando de vuelta al país de las hadas para narrarles todo lo acontecido, escuchó unos gritos desgarradores.

El hada se asustó muchísimo, parecían los gritos de una mujer a la que estuviesen pegando. Pero al mirar hacia la casa de donde salían aquellos gritos, vió algo que la aterrorizó. Aquellas personas que minutos antes había visto tan felices, risueñas y solidarias; cuando pasaban al lado de la casa parecía que no oyesen los gritos de dolor de aquella mujer. Nadie hacía nada, todos seguían su camino sonriendo como si nada estuviese pasando.

El hada entró en la casa, y vió a un hombre golpeando a una mujer. Ella lloraba, le rogaba que no la siguiese pegando, le decía:

- Tienes razón, soy mala muy mala pero no me pegues más, por favor.

Pero él no la escuchaba, seguía pegándola e insultándola como si se tratase de una muñeca de trapo a la que podía dañar. Aquel hombre se sentía su dueño y señor.

El hada muy enfadada cogió sus polvos mágicos, y roció con ellos a todo el pueblo. Y al instante, todo el pueblo se sumió en un terrible sueño.

Todos soñaron que eran muñecas de trapo, y todos comenzaron a sentir el mismo sufrimiento que aquella mujer a la que ninguno de ellos había hecho caso.

Y al hombre que había golpeado a su mujer, le hizo sentir en sus propias carnes pero multiplicándolo por cuatro, todo el dolor y el sufrimiento que causaba a su mujer en aquellos momentos.

Y así, el hada les dejó durante un buen rato. Cuando volvieron a su estado natural, comenzaron a pensar en lo que habían hecho. Y así, comprendieron que la solidaridad no es dar dinero por la causa, ni ponerse lazos de colores un día, ni decir cuando mueren estas mujeres: - ¡cuanto lo siento!

La palabra SOLIDARIDAD significa cambiar las leyes quien las tenga que cambiar, y si oíamos que nuestra vecina, amiga o familiar grita; llamar a la policía.

Seamos todos el hada madrina de estas muñecas de trapo, y rociemos el mundo con nuestro polvos mágicos.

¡Políticos cambien las leyes! ¡Jueces aplíquenlas con dureza ! ¡Vecinos, familiares y amigos denunciemos los malos tratos!

Y POR FAVOR, NO PERMITAMOS QUE MÁS HOMBRES JUEGUEN A SU ANTOJO CON UNA MUÑECA DE TRAPO.

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